Por favor publicar vuestras experiencias

[Dulce AlcAntara Gargallo]

Un amigo me habló de una “oportunidad de inversión” en un negocio emergente. Aporté algo de dinero, pero el negocio nunca se materializó. Me di cuenta de que fue una estafa y me quedé sin dinero ni explicaciones. Aprendí a desconfiar de las inversiones sin documentación clara.

[Oscar Vina Llopis]

Recibí un correo que parecía del gobierno, diciendo que debía pagar una multa de tránsito. Al abrir el enlace, descargué un virus que robó mis datos. Fue costoso recuperar el acceso a mis cuentas. Ahora sé que nunca hay que hacer clic en enlaces de correos sospechosos y que el gobierno no contacta de esa manera.

[Lorena Priego RosellO]

Un “artista callejero” me ofreció un retrato en París. Parecía muy auténtico, así que accedí. Después de unos minutos, dijo que necesitaba dinero adicional para “completar los detalles”. Me vi obligado a pagar de más y el retrato no era nada profesional. Ahora sé que, a veces, la simpatía puede ser parte de una estafa.

[Nacho MartIn Madrid]

Me siento identificado con eso. Hace unos meses, compré una suscripción para ver un canal de televisión en línea con contenido exclusivo. Al mes siguiente, la transmisión dejó de funcionar y la “empresa” no contestó mis correos. Fue una gran pérdida y una lección de no confiar en servicios de origen dudoso.

[Casemiro Andreu JordA]

Me siento tonto, pero hace poco compré una “cura milagrosa” para bajar de peso en una página con testimonios de gente que decía haber bajado muchos kilos. Me enviaron pastillas sin ninguna información clara y el contacto desapareció. Me di cuenta de que algunas “promociones” juegan con las ilusiones de la gente para estafarlos.

[Fabiola Nicolau]

Hace unos años, compré una “joya artesanal” en un mercado turístico. Me dijeron que era única y hecha a mano. Al regresar a casa, la vi en un catálogo de joyería barata. Me sentí engañado y ahora sé que es mejor investigar sobre el origen de los productos artesanales.

[Laura MartInez Franch]

Yo también sufrí en una reforma, pero en mi caso, me hicieron contratar un “seguro de obra” que resultó ser completamente falso. Lo peor fue que al producirse un accidente en la obra, no tenía ningún respaldo porque el seguro era una estafa. Perder el dinero fue nada en comparación con el lío legal. Desde entonces, siempre verifico la autenticidad de los seguros.

[Pepita Lozano DAvila]

Qué duro. A mí me estafaron de una forma distinta, pero igual de devastadora. Mi socio y yo montamos una pequeña empresa de distribución, y poco después comenzó a pedir “adelantos” para gastos operativos. Confié y transferí cantidades importantes, pero un día desapareció con el dinero y los contratos. Fue un golpe que casi nos quiebra.

[Modesto MacIas]

Compré un billete de lotería online en una página que supuestamente duplicaba las posibilidades de ganar. Nunca recibí el billete ni un comprobante. Fue un golpe duro darme cuenta de que había pagado por algo inexistente. Ahora solo compro lotería en sitios oficiales.

[Aitor Huerta Ballesteros]

Un “reparador de electrodomésticos” ofreció sus servicios por un precio muy económico. Vino, revisó el microondas y dijo que necesitaba una pieza que costaba casi lo mismo que un microondas nuevo. Se llevó el microondas y nunca volvió. Fue frustrante ver cómo algunos se aprovechan de la gente con servicios falsos.

[Ezequiel Martinez Gomila]

A mí me pasó algo parecido, pero con un supuesto abogado de una herencia que nos contactó tras el fallecimiento de mi padre. Resulta que nos convenció de hacer una transferencia para “gestionar un litigio pendiente” de sus bienes, y después no volvimos a saber de él. ¡Lo peor es que ni siquiera teníamos ningún litigio! La avaricia nos jugó en contra.

[Celestino BernabE Clemente Gilabert]

Me ofrecieron invertir en una “empresa de crecimiento rápido” y me enviaron informes y ganancias que parecían legítimos. Hice una inversión grande, y después de unos meses, dejaron de responder. Todo el dinero desapareció y la “empresa” nunca existió. Me di cuenta de lo fácil que es falsificar datos financieros.

[CAndido RamOn Nebot]

Hace un par de años compré un boleto de avión en una página que parecía confiable y con ofertas. Pagué la tarifa y recibí un número de confirmación, pero al llegar al aeropuerto, la aerolínea me dijo que no existía ninguna reserva. La página web desapareció y no tuve forma de recuperar mi dinero. Fue frustrante y me enseñó a revisar siempre la autenticidad de los sitios de viaje.

[Omar FalcOn Ayuso]

Me siento identificado con lo que dices. Mi primo falsificó documentos para hacerse con una póliza de vida de mi abuelo fallecido y cobrar el seguro. Nadie en la familia sospechaba, y todo parecía estar en orden hasta que llegaron las dudas sobre los beneficiarios. Nos dio una gran lección sobre el daño que puede hacer la avaricia dentro de la familia.

[Candela Correa Blanes]

Pensé que había encontrado la oportunidad de mi vida cuando me ofrecieron invertir en criptomonedas con un retorno garantizado. Hice una inversión pequeña primero, y cuando vi “ganancias”, deposité más. Luego, la página desapareció, y jamás pude recuperar ni un centavo. Ahora soy mucho más cuidadoso con mis inversiones.

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