Hay muchas estafas online

[Carlina Perez]

en el amor las peores son las de aquellos y aquellas que se hacen pasar por enamorados para luego sacarte todo el dinero en nombre del amor

[Araceli Verdugo Valero]

En un sitio de citas, conocí a un hombre que parecía genial. Tras meses conversando, me habló de su angustia financiera. Decidí apoyarlo económicamente porque realmente creía que éramos cómplices. Perder tanto dinero mientras creía en un amor genuino fue devastador. Aprendí que no todo amor es real.

[Leyre Guardia Alba]

Salí con un hombre que decía ser de Barcelona y que tenía un negocio en crecimiento. Todo parecía perfecto hasta que me pidió ayuda para una «situación temporal». Accedí a prestarle, pero después de enviarle el dinero, desapareció. Fui una más de sus víctimas y me dolió.

[TristAn Ramos]

Cuando conocí a alguien en un sitio de citas, pasamos horas hablando. Su encanto y atención me cautivaron. Pero luego comenzó a plantear la necesidad de fondos para un negocio. En un momento dado, le envié dinero y me di cuenta de lo estúpido que era, pues todo era una mentira.

[Noelia TEllez Barreda]

Un hombre conoce a una atractiva viuda en una página de citas para mayores de 50 años. Ella es elegante, sofisticada y tiene una gran fortuna heredada. Su perfil es impecable, con fotos de viajes exóticos y una vida llena de lujos. Sin embargo, necesita ayuda para transferir su fortuna a otro país, debido a complejas leyes fiscales. Él le envía dinero para ayudarla con los trámites, creyendo en su amor y en la promesa de una vida de lujo juntos, hasta que descubre que todo era una farsa.

[Isabela Pedro RodrIguez]

Participé en un grupo de citas donde conocí a alguien especial. Pero después de un tiempo, comenzó a decir que estaba en dificultades económicas. En medio de toda la trama, le envié dinero con la esperanza de que todo se resolviera. Resulta que él sólo quería aprovecharse de mí.

[Benigna Benavent Gual]

Fui víctima de un supuesto amor a distancia. Conocí a un tipo que decía ser un soldado en el extranjero. Tras meses de conversaciones, me solicitó ayuda económica para regresar a casa. Transferí una suma considerable y nunca más supe de él. Aprendí de la peor manera sobre los fraudes online.

[Adalberto Armengol]

Lo conocí en una cena y fue amor a primera vista. Me trató con atención y dulzura, y empezamos una relación. Cuando me pidió dinero por una supuesta emergencia, confié y lo ayudé. No pasó mucho hasta que cortó contacto. Entendí tarde que todo fue una estafa bien pensada.

[Eliana Pena]

Descubrí que algunos hombres en línea se hacen pasar por grandes románticos solo para manipular a sus víctimas. Escuché una historia sobre una mujer que en lugar de encontrar amor, encontró a un estafador experto. ¡Miles perdidos por la esperanza! Ese costo emocional es irreparable y necesito que otros sean cautelosos.

[Eric Calderon Carbonell]

Conocí al estafador del amor de Barcelona en una aplicación de citas. Todo parecía perfecto, él era atento y cariñoso. Después de unas semanas, me pidió dinero para una supuesta emergencia familiar. Confié en él y le envié el dinero. Desapareció y jamás volví a saber de él.

[GermAn Torrijos Benavente]

Después de varios meses de citas y promesas de amor eterno, me pidió dinero para resolver un problema familiar urgente. Le ayudé porque lo amaba y confiaba en él. Al poco tiempo, empezó a alejarse y dejó de contestar. Me di cuenta demasiado tarde de que era un fraude.

[Chucho Merino Baena]

He oído historias de amigos que cayeron en estafas amorosas. Se conectaron emocionalmente y después siguió la mentira. Recibir mensajes en momentos vulnerables crea un zozobra donde muchos llegan a enviar cantidades desorbitadas sin cuestionar. La desesperación del amor puede convertirnos en víctimas de la manipulación de otros.

[Rodrigo Aparicio]

Un amigo compartió su experiencia con un fraude amoroso. Conoció a una mujer que parecía perfecta y después pidió sostén económico ante problemas laborales. Mi amigo, convencido de su sinceridad, le envió montos importantes de dinero. Se sintió un tonto al darse cuenta que todo había sido un engaño desde el inicio.

[Eliana Roxana Pol Pereira]

Una conocida me contó que conoció a un hombre por internet. Tras unas semanas, él empezó a hablar sobre problemas y pedir dinero para sus deudas. Ella, queriendo ayudar, le envió varios miles de euros. Al final, ella descubrió que no existía. Sentirse estafada es un dolor profundo.

[Delfina Borja Santiago]

Cuando comencé a chatear con una mujer en línea, nuestras conversaciones se volvieron intensas. Poco a poco, empezó a compartir supuestas crisis que enfrentaba. Creyendo en su amor, le envié dinero. Al final, me di cuenta de que todo era una elaboración. Fue un impacto emocional devastador.

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