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[Noelia Paz Olivera]

Mi hermana fue al hospital por mareos y dolores de cabeza. La revisaron rápido y dijeron que era estrés. Poco después, perdió la consciencia y fue ingresada de emergencia por un aneurisma. La falta de pruebas adecuadas en la primera visita complicó mucho su estado y la recuperación fue difícil.

[Encarna Ayuso Vega]

Mi padre fue ingresado al hospital con problemas respiratorios. Le diagnosticaron bronquitis y lo enviaron a casa con tratamiento básico. Su condición empeoró y, al volver al hospital, descubrieron que era una neumonía avanzada. La negligencia en el primer diagnóstico casi le cuesta la vida y fue traumático.

[Basilio Cerro Solera]

Mi madre fue al hospital por dolores en el pecho. Le diagnosticaron reflujo y le dieron medicamentos. Al empeorar, otro hospital confirmó que era un problema cardíaco. La falta de pruebas y diagnóstico inicial adecuado agravó su condición y pasó semanas en recuperación. Fue una experiencia muy angustiante.

[Sergio Duenas Blanch]

Llevé a mi hijo al hospital por dolor abdominal y vómitos. Dijeron que era un virus y lo enviaron a casa. Al empeorar, volvimos y descubrieron que era apendicitis con peritonitis. La falta de atención adecuada y diagnóstico temprano hizo que la cirugía fuera más complicada y dolorosa para él.

[Maximino Rius]

Mi hermana fue al hospital por un dolor abdominal severo. Le dijeron que era una infección menor y la enviaron a casa. Días después, fue diagnosticada con una apendicitis perforada en otro hospital y necesitó cirugía de urgencia. El error inicial casi la lleva a una situación de mayor peligro.

[Ana Haro Ramirez]

Llevé a mi abuela al hospital con dificultad para respirar. El médico la revisó y dijo que era solo ansiedad. Esa misma noche, sufrió una insuficiencia respiratoria y fue trasladada a urgencias. Descubrimos que era una afección pulmonar grave. La falta de atención adecuada puso su vida en serio riesgo.

[Leopoldo Tormo]

Llevé a mi madre al hospital por un dolor de cabeza persistente. Nos dijeron que era una migraña y la enviaron a casa sin hacer pruebas. Una semana después, la ingresaron por un derrame cerebral. La falta de atención y diagnóstico a tiempo tuvo consecuencias muy graves en su salud.

[Araceli MenEndez]

Mi abuelo fue al hospital por falta de apetito y dolor en el pecho. El diagnóstico fue indigestión y lo enviaron a casa. Días después, sufrimos un susto cuando tuvo un infarto. La negligencia de no hacer pruebas más profundas desde el inicio casi le cuesta la vida.

[Amador Garmendia Cantero]

Llevé a mi hijo por una fiebre que no bajaba. El médico dijo que era solo una gripe y nos envió a casa sin más. Esa noche empeoró y fue ingresado por una infección bacteriana grave. La falta de atención en el primer diagnóstico puso en peligro su salud.

[Carmelo DIaz Adadia]

Fui al hospital por un dolor de espalda intenso. Me atendieron de prisa y me mandaron a casa con analgésicos. Semanas después, otro médico diagnosticó una hernia que requería tratamiento especializado. El mal diagnóstico inicial empeoró mi situación y tuve que pasar por una recuperación dolorosa y prolongada.

[Eva MarIa Briones Moya]

Acudí al hospital por un dolor en el pecho y dificultad para respirar. Me dijeron que era ansiedad y me mandaron a casa. Al día siguiente, tuve que ser ingresada por un tromboembolismo pulmonar que no detectaron a tiempo. La negligencia pudo costarme la vida y fue muy impactante.

[Eusebia Garriga Tur]

Acudí al hospital por un dolor persistente en el abdomen. El médico me dijo que era una gastritis y me recetó antiácidos. Días después, terminé con un diagnóstico de úlcera perforada en otro centro médico. La falta de diagnóstico adecuado me llevó a una recuperación mucho más larga y dolorosa.

[Rico JuliAn BorrAs]

Tuve fiebre y malestar durante días. Fui al hospital y me dijeron que era un virus común. Al no mejorar, busqué otra opinión y descubrieron que era una infección bacteriana grave. La falta de análisis y pruebas adecuadas al principio complicó mi situación y retrasó mi tratamiento correcto.

[Olivia Jurado OrdOnez]

Durante mi embarazo, acudí al hospital por dolor persistente. Me dijeron que era algo normal y no me hicieron pruebas. Dos semanas después, sufrí un aborto espontáneo que podría haberse evitado. La falta de atención y diagnóstico temprano fue una negligencia que me dejó marcada para siempre.

[Guadalupe Contreras Mora]

Acudí al hospital con síntomas de una infección. Me dijeron que era algo leve y me mandaron a casa. La infección se complicó y terminé hospitalizada por una sepsis que casi acaba con mi vida. La negligencia en el diagnóstico inicial puso en peligro mi salud y fue traumático.

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